Algunas clases de matemáticas cambian un poco....llevamos varias sesiones donde para resolver los problemas se ayudan de su compañero/a. Por parejas, un miembro de ella lee el problema y el otro le escucha y posteriormente entre los dos plantean la solución y la escriben. Posteriormente, en el siguiente problema se intercambian para leer.
Cuando todos terminan, lo corregimos en la pizarra y son ellos mismos quienes, si han tenido algún error o si está bien lo corrigen.
Resulta muy interesante y bonito ver cómo se ayudan entre ellos, cómo debaten el planteamiento, cómo se enfadan...pero sobre todo ver que a veces son ellos quienes, sin ayuda del profesor/a, aprenden solos.
¡Una experiencia que, sin duda, se irá repitiendo a lo largo del curso!
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